viernes, 20 de abril de 2007

De la literatura clasica.

De lo terreno a lo mental.


El amor terrenal es siempre definido como algo netamente físico, superfluo, el cual se define solo como un placer físico pasajero y de carácter adictivo, capaz de corromper a los hombres tachándolos de inmorales y viciosos, como es en el caso de el libro “Don Juan tenorio” obra en la cual, Juan tenorio se define como un adicto a este placer, que definido por su autor se desarrolla como algo completamente terrenal.

Pero el amor sensual en si es mucho más que este simple sentir físico-sensual, es en realidad un proceso que nos lleva a la estimulación de la imaginación a través de los sentidos corpóreos, logrando que emulemos mundos o imágenes durante el momento de placer. Es esta característica lo que nos hace reconocer un viaje dentro de la relación carnal. Viaje que nos llevara al límite físico de placer, conocido como orgasmo.

Para entender estos conceptos, hay que tener claro el concepto de viaje.
El viaje en si significa la búsqueda de algo, ya sea un tesoro, una meta, o un ideal.
En este caso es la búsqueda del placer tanto físico como mental, esto debido a una comunión lograda entre la mente y el cuerpo a través de la relación sexual.
En otras palabras, el tacto físico, se ve proyectado en la mente impulsando así el viaje mental, que en un comienzo es la sensación de pasión, el cual recorre un camino, fantasioso de imágenes sentidos, y ambientes, que saturan la mente, y trasladan este placer a la sensación corpórea logrando así el orgasmo, es necesario también mencionar que es n proceso cíclico en este caso, pues para empezar este viaje mental, es necesario antes tener roce corpóreo y sensualidad entre los cuerpos.

Aun así podemos encontrar algunas de estas características en el amor místico, pues, comparten el hecho de que a través de una saturación mental se sienta placer tanto física como espiritualmente, dejando secuelas corpóreas. La diferencia con estos tipos de amor y su relación con el viaje son sin embargo importantes, pues en el amor sensual, las sensaciones mentales en relación al cuerpo son placenteras, en cambio en el amor místico, las secuelas físicas suelen ser heridas, y la sensación de placer permanece solo a nivel espiritual, en ese contacto con la fuerza divina, que en el fondo, es un viaje mental Como se ve en los escritos de santa teresa de Jesús.

El amor sensual, con su orientación de viaje es tomado en muchos medios contemporáneos, están por ejemplo los libros eróticos de Anne Rice, así como películas como “40 días y 40 noches” en esta película en una escena, el protagonista al verse privado de poder satisfacer carnalmente a su amada, emplea un medio alternativo sobre ella, este método consistió en que con una roza, acaricio el cuerpo de su amada logrando el orgasmo en ella por medio de un viaje gatillado por el roce con del cuerpo con la planta.

En conclusión se puede decir que, el amor sensual, es más que un simple deseo físico como el que se relata en “Don Juan Tenorio”, ya que por el concepto de viaje injerto en este tipo de amor, puede llegar a tener un carácter casi divino en el sentido que se puede alcanzar un placer mental muy similar al de un encuentro mistico en el mismo punto de el orgasmo.

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