martes, 11 de agosto de 2009

Una Vida.

Mis sentimientos son carne amarrada

Por un grueso hilo

Que cierra aquel corte

Por donde brotan mis recuerdos fríos

Aquellos que espesos estancan

El flujo de la vida y hacen trizas mi alma.


Aquel carnicero capricho

Que el destino sobre mi ha ejecutado

No es otra cosa que el hacha

Del verdugo destino juzgando mis vidas pasadas.

Y no sabes perdonar

Cruel verdugo mío?

O no ves mi buen obrar, para enmendar mi camino?


No gangrenes mas mi carne!

Tu, sádico suturador sombrío

Acaso no hueles ya mi sangre

Que por recorrer turbios caminos se a podrido?


O no tienes corazón acaso?

O se han quedado sordos tus oídos?

O es que gozas escuchando aquel chillido

Que exhala cada poro al verse por completo ennegrecido


No eh de aguantar este sopor eterno

Pues cortare este hilo de macabra confección

Y cual caja de Pandora

Esperanza al fin saldrá.

Volviendo a unir esta carne, esta vez de forma natural

Sellada con la gastada sangre

Que pilar de la experiencia será

Donde crecerá la piel radiante

Y llena de prosperidad.


Mi vía será al fin brillante

Bajo mis pies solo habrá felicidad.

sábado, 25 de abril de 2009

Solo escribir

tu tacto,

tu sonrisa,

esa inocente forma de observar,

ese mundo que todos tratamos de superar

ese mundo que algún día nos volverá a juntar

pero por ahora solo debes recordar

que las mismas estrellas siempre vamos a mirar

lunes, 9 de febrero de 2009

¿Naturaleza?


Espero sea eterno

Una fiesta a lo pagano

Que comienza en un momento


Dancen sentimientos

Embriáguenme de anhelos

Distráiganme del mundo

Y su ordenado testamento


Destruyan las miradas

De prejuicios y resentimientos

Solo canten a la gloria!

Al placer de este momento


No importa si son demonios

O Ángeles compasivos

Rompan estas cadenas de ficticios anillos

Hagan hervir mi sangre.

Despierten mis instintos.

Anhelo



Sudor frío que recorre mi cuerpo

Mirada caída, tristeza al descubierto

El corazón se seca bajo tu nombre,

Mientras la sangre se pudre al salir

Por cada poro de mi cuerpo

Por cada lágrima que suelto


Un pesar de alma

Un dolor que invade el cuerpo

Unos papados deseosos

De vivir un sueño eterno


Los ojos ya cansados,

No desean ver la luz de nuevo


La nariz en la penumbra

Solo recuerda tu olor; que es eterno


Los labios de pasión destrozados

No se pueden quitar el sabor ni el tacto


La piel ya marchita

Solo desea sentir tu calor otra vez.


Y el alma finalmente

Necia ante la razón

Necesita depender

Pues carece de fortaleza

Para tu abandono soportar


Tu aroma; tu abrazo; tu esencia

Son la vid que el ser anhela

Éxtasis divino,

Tranquilidad en la tormenta

Es sentirse vivo

Hacer que exista el sentimiento.

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