Sudor frío que recorre mi cuerpo
Mirada caída, tristeza al descubierto
El corazón se seca bajo tu nombre,
Mientras la sangre se pudre al salir
Por cada poro de mi cuerpo
Por cada lágrima que suelto
Un pesar de alma
Un dolor que invade el cuerpo
Unos papados deseosos
De vivir un sueño eterno
Los ojos ya cansados,
No desean ver la luz de nuevo
La nariz en la penumbra
Solo recuerda tu olor; que es eterno
Los labios de pasión destrozados
No se pueden quitar el sabor ni el tacto
La piel ya marchita
Solo desea sentir tu calor otra vez.
Y el alma finalmente
Necia ante la razón
Necesita depender
Pues carece de fortaleza
Para tu abandono soportar
Tu aroma; tu abrazo; tu esencia
Son la vid que el ser anhela
Éxtasis divino,
Tranquilidad en la tormenta
Es sentirse vivo
Hacer que exista el sentimiento.
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